Los grandes dragones

Cuento, el bosque de los lamentos

Hubo una vez un bosque de árboles pequeñitos que crecían todos a la vez.
Había sido plantados por un anciano labrador que cuidaba de que todos crecieran rectos y sanos.
Pero aquel lugar era un sitio de fuertes vientos,
y los pequeños árboles preferían evitar las molestias del aire encogiéndose y torciendo sus troncos y ramitas.

 El anciano, sabiendo que de aquella manera no podrían crecer bien,
se esforzaba en enderezarlos, y dedicaba horas y horas a atar sus finos troncos a las estacas
y varas que plantaba junto a cada árbol, con la esperanza de que
comprendieran que hacía todo aquello por el bien de sus amados árboles.

 Pero aquellos árboles caprichosos no tenían ganas de aguantar el viento.
Daba igual que el viejo les prometiera que cuando fueran altos y rectos el aire no les molestaría.
Siempre se las apañaban para doblarse y retorcerse, y seguir escondiéndose del viento.
Sólo uno de aquellos árboles, uno que estaba situado justo en el centro del bosque,
se esforzaba por seguir creciendo erguido, y aguantaba con paciencia las travesuras del fastidioso viento.

 Pasaron los años, y el viejo murió. Y desde entonces, los árboles pudieron crecer a su aire,
torciéndose y protegiéndose del viento como quisieron, sin que nadie les molestara.
Todos, excepto aquel árbol del centro del bosque, que siguió decidido a crecer como debía hacerlo un árbol.
Pero a medida que el bosque crecía, y los árboles se hacían más gruesos y robustos,
comenzaron a sentir crujidos en su interior.
Sus ramas y sus troncos necesitaban seguir creciendo, pero los árboles estaban tan retorcidos que ese crecimiento imparable sólo les provocaba un dolor y sufrimiento aún mayor que el que se habían ahorrado evitando el viento.

 Cada día y cada noche, en lo profundo del bosque, podían escucharse los ruidos y chasquidos de los árboles, como si fueran quejidos y sollozos. Y en los alrededores comenzaron a conocer aquel lugar como el bosque de los lamentos.
Y era un lugar con un encanto especial, pues justo en el centro, rodeado de miles de árboles de poca altura, llenos de nudos y torceduras, se alzaba un impresionante árbol, largo y recto como ninguno. Y ese árbol, el único que nunca crujía, siguió creciendo y creciendo sin tener que preocuparse del siempre travieso viento y sus amigas las brisas.

 Autor.. Pedro Pablo Sacristan

Los CABALLEROS

  El caballero Oscuro, siempre listo para la batalla.

 

Sir Laurent, el hijo del rey del país vecino.

Sir Robert, muy amigo de los animales del bosque.

 

 

Sir George, todavía tiene mucho que aprender, lo intenta!

El hijo perdido del rey del país vecino, hermano de Sir Laurent.

Mis tíos, siempre me enseñaron todo lo que sé.

Amigo de Dragon Blue, lo cuida cuando yo me ausento.

El caballero Noble, siempre aparece de la nada para intervenir.

   

     El más joven de los caballeros de DANTAL, aunque solo está de paso.

las armas de los caballeros

Dicen los duendes del lugar que ellos se esconden las armas que por el bosque van encontrando, tambien algunas, creo, se las robaron a los mismos caballeros.

Los viejos sabios de Dantal, dicen que las conservan en un lugar seguro y secreto para que nadie más las use

Y supongo estarán en lo cierto,
ya que si observamos estas dagas, muy bien estarán escondidas para que ninguno se dañe.
Dragon Blue, dice haber conocido al caballero más malvado que pasó por Dantal: SirFemo, malo, cascarrabias, de poco hablar y siempre dispuesto a pelearse con cualquiera frente a la más mínima provocación.



Siempre se paseaba con su impecable armadura
y haciendo gala de todas las armas que él mismo se fabricaba,
con las que decía haber matado 300 dragones de tierras vecinas.
Era lógico que a Dragon Blue no le cayera simpático!
Su amigo green decía haber escapado muchas veces de la persecución de SirFemo y tampoco era de su agrado y que en alguna oprtunidad le robo algunas de sus temibles dagas.
 Los
duendes siempre contaban con la ayuda del pequeño green para así apoderarse de esas armas y esconderlas en un lugar seguro y muy bien escondido.

 Nunca supe si los duendes no guardaban tambien las armas poerque a ellos les gustaba observarla y poseerlas, aunque jamás podrían usarlas ya que estas medían mucho más que la altura del duende más alto conocido del lugar!

Bueno estas son algunas de las que yo el caballero de Dantal, logré ver alguna vez, pero JAMÁs diré donde las esconden, por las dudas y por mis amigos los dragones!

Caballeros de otros bosques

 

Hola soy el caballero de este bosque, amigo de Dragon blue, que debe andar por ahí haciendo de las suyas, espero que no queme muchos árboles y vuelva pronto.

Mientras te presento a:

 

 

Sir Klphisuni,

no se sabe con certeza

de donde ha llegado

pero tiene

un humor de perros.

 

 

Este es el caballero negro,

jamás han visto su rostro, 

vive con su armadura puesta

y dicen que duerme y se baña con ella.

 

 

Este viene del norte y no muy lejos

ya que llegó sin caballo,

creo que jamás tuvo uno!

Es muy amigables,

dice haber luchado

contra 100 dragones!

Es Sir Tobigo.

 

 

El caballero de la cruz

siempre elegante

y muy preocupado

porque su capa

no tenga arrugas.

 

 

Es el turno de Sir Flech,

Le gusta más usar arco y flecha

que espada,

lo usa para

bajar frutos de los árboles,

solo se preocupa por comer,

vive a pocas cuadras

del bosque.

 

Mi mejor compañero de aventuras,

además Dragon Blue

se lleva muy bien con él,

es Sir Knight o caballero de la noche,

es que duerme de día!

Vive al este de bosque DANTAL.

 

 

Este es muy poco sociable, jamás nos arrimamos demasiado a él

pues siempre está a la defensiva,

yo creo que en realidad nos tiene miedo!

Se llama Sir Bronco,

Vive al sur del bosque

Creo que solo.

 

 

Detrás de esta torre

bastante arruinada

alguna vez

creímos ver a ...

pero quizás son imaginaciones nuestras!